Crítica - Karate Kid: Legends ★★☆☆☆

 

Karate Kid: Legends dirigida por Jonathan Entwistle, creador de las miniseries The End of the F***ing World [2017] y The End of the F***ing World 2 [2019] y que en 2020 nos trajo Esta mierda me supera protagonizada por Sophia Lillis, nos cuenta la historia de Li Fong interpretado por Ben Wang (serie Chino americano [2023]), que tras una tragedia familiar, se ve obligado a abandonar su hogar en Pekín y trasladarse a Nueva York con su madre, que trabajará en un hospital de la ciudad. 

Li lucha por dejar atrás su pasado mientras intenta encajar con sus nuevos compañeros de clase y, aunque no quiere pelear, los problemas parecen encontrarle en todas partes. Cuando un nuevo amigo necesita su ayuda, Li se presenta a una competición de kárate, pero sus habilidades no son suficientes. El profesor de kung fu de Li, el Sr. Han (Jakie Chan), pide ayuda al "Karate Kid" original, Daniel LaRusso (Ralph Macchio), y Li aprende una nueva forma de luchar, fusionando sus dos estilos en uno solo para el enfrentamiento definitivo de artes marciales.

La historia, a parte de ser repetitiva, tiende a encontrar varios problemas, como el que un adolescente se ponga a entrenar a un supuestamente luchador de boxeo profesional, por mucho que esté retirado. Otro de los problemas es que tanto Jackie Chan y Ralph Macchio llegan a estorbarse dentro de la película, tal vez hubiera sido mejor recurrir a Chang en la primera parte y a Macchio en la segunda por el contexto de la película, sin contar el cameo a última hora de cierto personaje. Obviamente, han querido aprovechar el tirón que tiene la serie Cobra Kai.

Lo mejor son las coreografías de las peleas y entrenamientos, la elección del joven actor Ben Wang me ha parecido acertada. 

Lo peor, a parte de la inconsecuencia de la historia y personajes que llegan a estorbarse, es que la historia es repetitiva y sabes lo que va a suceder de principio a fin. Esta es la sexta vez que cuentan prácticamente la misma historia con idéntico resultado, y deberían de dejar descansar a la franquicia.