Crítica - Destino Final 2 [2003] ★★★☆☆

 

Destino Final 2 nos cuenta que ha pasado un año desde el accidente del vuelo 180, y que ahora un grupo de gente escapa de un terrible accidente de tráfico debido a la premonición de una joven. 

En esta secuela de Destino Final, tenemos ahora de director a David R. Ellis, que antes nos trajo la comedia infantil de aventuras 'De vuelta a casa 2: Perdidos en San Francisco', en 1996, un cambio drástico con respecto a esta nueva entrega, en la que tenemos muertes mucho más explícitas que en la anterior entrega. 

La mecánica de la película vuelve a ser la misma que en la primera entrega, joven tiene premonición al principio, en este caso es Kimberly Corman, interpretado por A.J. Cook, que anteriormente la vimos en 'Las Vírgenes Suicidas' (1999) y en las películas de terror 'Wishmaster 3: La piedra del diablo' (2001) y 'Ripper: llamada desde el infierno' (2001), gracias a eso se salvan un grupo de personas que luego van muriendo poco a poco.

Esta entrega recupera a dos personajes de la primera película, Clear Rivers (Ali Larter) que será de nuevo co-protagonista, y que introduce lo del sentido inverso de la lista de la muerte y aporta la experiencia al nuevo grupo, y el típico cameo de Tony Todd como forense, que introduce lo de que una nueva vida puede vencer a la muerte.

En conclusión, perdemos el factor sorpresa y repite mecanismos de la primera entrega, en cambio nos ofrecen muertes más espectaculares, el factor 'nueva vida', y juega al despiste en algunas muertes.

Lo mejor: El accidente de la carretera al inicio, y como juegan en algunos momentos al despiste cuando parece que alguien va a morir de una determinada circunstancia y luego muere de otra.

Lo peor: Hace demasiadas referencias a la anterior película, incluso llegan a comentar que todos los que se han salvado, ahora resulta que tuvieron algún tipo de contacto con los que murieron en la primera entrega, demasiada coincidencia, no hace falta, ya que tienen al personaje de Clear como punto de unión.

Nota: ★★★☆☆ Buena.